Tras tres lustros a sus espaldas compitiendo por las carreteras de la región, el hervasense Alberto Hernández Colorado de Escudería Plasencia es el nuevo campeón de pilotos de Rallyes de Asfalto de Extremadura a falta de una carrera para concluir el regional. Desde que comenzará sobre 2001 en el ámbito del Autocross para tres años después pasarse al asfalto, son muchas las temporadas plenas de sinsabores donde no pudo lograr su objetivo, hasta que en 2019 alcanzara su cénit con el título extremeño.
“Es un premio al esfuerzo, una recompensas por haber estado aguantando todos estos años, donde lo máximo que había conseguido es un cuarto puesto de la general de asfalto” revela Hernández que considera que “estoy en una nube, esto es algo que no esperas. Esta temporada hemos logrado ser muy regulares y nos hemos impuestos en dos carreras del calendario. En definitiva una recompensas al trabajo y el esfuerzo de tanto tiempo”.
La temporada deportiva ha sido espectacular junto a su copiloto habitual Manuel Pedraz, con especial mención a Cándi Sánchez, quién hizo estas labores en el Rallye Norte. De las seis carreras realizadas hasta ahora, se apuntó 4 podios con dos victorias y dos segundos puestos, más una cuarta posición y una octava plaza, unos datos que hablan de su gran regularidad y capacidad de sacrificio para mantenerse en todo momento en los puestos de cabeza.
Mecánico de profesión
Hernández compagina su vertiente deportiva con su trabajo como mecánico profesional en el negocio familiar en un taller en Hervás, su localidad natal.
“En mi familia siempre nos han gustado muchos los coches y el automovilismo, pero soy el primer de la familia en dedicarse a ello, aunque al principio mi hermano estuvo como copiloto mío hasta el año 2010, hasta que comencé con Manuel Pedraz con quién llevo hasta el día de hoy” relata.
El apoyo de la familia es crucial para su día a día, aunque con su paternidad de dos mellizos hace dos años ha visto dificultada su dedicación
“ahora es algo más complicado sacar tiempo para preparar las carreras. Suelo madrugar pronto los sábados para tratar de llegar lo antes posible a casa y los viernes sacamos algo de tiempo para prepararlas también”.
Momentos clave, los peores momentos han sido
“los dos o tres golpes fuertes que he sufrido compitiendo. Donde lo de menos es el arreglo del coche, sino el hecho de que una vez que te sales ileso ves cómo se echa por la borda todo el trabajo realizado hasta el momento. Los pilotos tenemos que ser conscientes de que llevamos a alguien al lado y de la peligrosidad que siempre entraña el automovilismo”.
En la balanza opuesta considera su mejor momento el
“Primer podio en el Rallye de la Vendimia en 2012, donde hice un tercer puesto de la general. Viví muy intensamente con los compañeros de Escudería Plasencia, aparte de la victoria en el Rallye Norte de Extremadura esta temporada”.
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